Bajo la batuta de Helmuth Reichel, la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile estremeció el Teatro del Lago en la ya reconocida Gala Neslté de Semanas Musicales de Frutillar.

Un repleto Espacio Tronador aclamó a uno de los coorganizadores de la Corporación Cultural Semanas Musicales de Frutillar, la rebautizada Orquesta Sinfónica Nacional de Chile. El elenco estable del evento ofrece todas las temporadas tres conciertos vespertinos, y esta noche fue la ocasión de ser testigos del primero de ellos.

Antes de iniciar el concierto, el concertino de la Sinfónica habló por unos minutos para dedicar el programa a tres personas importantes para el evento y para ellos mismos, quienes fallecieron el año recién pasado: Gerardo Morales, violinista de la Sinfónica; Manuel Jiménez, arpista y amigo entrañable de Semanas Musicales; y, por supuesto, a la señora Flora Inostroza García, quien ha sido homenajeada y recordada toda la temporada por la Corporación y por los mismos artistas.

Ya en escenario, el maestro Helmuth Reichel levantó la batuta para dirigir Andante para cuerdas de Leng, que fue cálidamente recibida, aunque, con un aplauso cerrado, las Danzas Polovtzianas de Borodin emocionaron a toda la audiencia. Para la segunda parte la Sinfonía Nª5 en mi menor del ruso Piotr Ilich Tchaikovsky se robó el espectáculo que dio la Orquesta Sinfónica Nacional en las 49ª Semanas Musicales.

El público aclamó a la Orquesta y a la dirección de Reichel, quien, siendo joven, ha sabido demostrar desde sus inicios la capacidad artística y profesional que lo ha caracterizado en esta temporada de conciertos que se han realizado en Santiago y acá en Frutillar, sin contar los reconocimientos internacionales obtenidos por su impecable carrera, la que ha formado en Alemania hace más de diez años.