Brillante, preciso e intenso son algunas de las palabras que utilizaron los presentes anoche para describir el concierto que trajo consigo piezas de los compositores Bernstein y Shostakovich.
A las 20:15 horas cerraban las puertas del Espacio Tronador para dar inicio al Concierto Vespertino a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile bajo la batuta del destaca maestro y director titular de la agrupación, Leonid Grin.
La primera obra interpretada fue la Sinfonía N. 1 “Jeremiah” de Leonard Bernstein, la que fue un homenaje al Centenario del nacimiento del compositor estadounidense. Para esta ocasión, la mezzosoprano Guadalupe Barrientos, considerada una de las mejores cantantes líricas de argentina, se lució con su resonancia y color de voz en el Cuarto Movimiento de la pieza.
El público regaló grandes aplausos a los músicos, en especial a Guadalupe, quien dijo estar muy feliz de vivir esta experiencia: “me sentí increíble. Es un teatro maravilloso. Cuando llegué quedé deslumbrada por la belleza, no solo del lugar, sino del teatro fantástico que tienen. Creo que es un placer aprovecharlo, usarlo y hacer toda la música posible aquí adentro, tanto en la sala grande como en el anfiteatro, que tiene una belleza que no he visto en ningún lugar en el mundo. La verdad, estoy maravillada”.
Luego, tuvo lugar en el escenario la Sinfonía N. 5 de Shostakovich; una imponente y reconocida obra que mantuvo a todo el público expectante. Al finalizar la obra, los aplausos inundaron la sala principal del recinto musical.
Así finaliza el segundo concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile con la dirección de Leonid Grin.